La propagación del limón se realiza comúnmente mediante semillas, esquejes o injertos. La germinación a partir de semillas no garantiza la reproducción de las características específicas de la planta madre, por lo que muchos agricultores prefieren la propagación vegetativa.
El ciclo de crecimiento del limón varía según la variedad y las condiciones locales, pero generalmente, desde la siembra hasta la cosecha de frutos, puede llevar varios años. Los limones son conocidos por producir frutos durante todo el año.
Los nutrientes esenciales para el cultivo del limón incluyen nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y magnesio. Estos elementos son fundamentales para el desarrollo de la planta, la producción de flores y frutos. El riego controlado y la gestión de plagas y enfermedades, como el pulgón y la enfermedad de la tristeza de los cítricos, son aspectos críticos para mantener la salud y la productividad de los limoneros.