Los nutrientes clave para el cultivo de soya incluyen nitrógeno, fósforo y potasio, así como otros elementos como calcio y magnesio. Estos nutrientes son cruciales para el desarrollo de la planta, la floración y la formación de vainas.
La cosecha de la soya se realiza cuando las vainas alcanzan su madurez. Las vainas se recolectan con cosechadoras especializadas y se someten a procesos de secado para reducir la humedad antes del almacenamiento.
El control de plagas como el gusano de la soya y enfermedades como el mildiú velloso es fundamental. Se emplean prácticas de manejo integrado para minimizar el uso de pesticidas y fomentar la sostenibilidad.